martes, 30 de marzo de 2010

Algunas consideraciones previas.

Antes de seguir con el relato de nuestro viaje quería hacer algunas consideraciones previas acerca de la Ruta Provincial 43 de Catamarca en su tramo entre el límite interprovincial con Salta y el pueblo de Antofagasta de la Sierra.
Bien habíamos dicho que al llegar al borde del Salar del Hombre Muerto hay dos formas de abordar nuestro camino. Una es tomar la Ruta Provincial 43 por la variante dentro del salar y otra lo es por afuera del mismo.
Lo cierto es que en nuestros planes iniciales teníamos la idea de hacerlo por afuera del salar hasta que en el camino recabamos la información de que era mejor hacerlo por adentro del mismo.


En el mapa satelital podemos observar la Ruta Provincial 43 en la zona limitrofe de la Provincia de Salta con Catamarca. Marcado en rosado es como finalmente hemos tomado, mientras que lo marcado en violeta es como teníamos planeado hacerlo una vez llegado a la zona del Salar del Hombre Muerto.


En esta otra foto se puede apreciar toda la zona del Salar del Hombre Muerto desde el límite interprovincial hasta un poco más allá de Mina Incahuasi. Marcado en rosa fue el trayecto que tomamos nosotros, mientras que los demás colores representan diversas cuestiones que paso a detallar: en violeta se encuentra marcada la Ruta Provincial 43 en su versión "fuera del Salar", en verde se encuentra marcada un camino que proviene desde el interior del Salar del Hombre Muerto y que desemboca un poco antes de llegar a Mina Incahuasi. Yo la tenía marcada en la guía como que este era uno de los caminos principales a tomar dentro del Salar, lo cual fue contrastado con la realidad en el terreno y nos dió la pauta de que no se trata de un camino principal sino de un pequeño camino al que decidimos seguir de largo ya que no se veía tan bueno.


En este mapa detallado podemos apreciar ambios caminos, en verde se puede ver la huella mientras que en rosado por donde fuimos. Obsérvese que originalmente planteaba la existencia indudable de una bifurcación y que por donde terminamos tomando dice "A Minera del Altiplano (FMC) - no tomar este camino". Claramente el camino conduce a Minera del Altiplano pero este era el camino indicado. En la guía me equivoqué, no así en el terreno.
Por otra parte, la marca en azul corresponde a una de las salidas del Salar del Hombre Muerto desde la Ruta por dentro del Salar, lo mismo que la marca en negro. En efecto, verificadas ambas en el terreno son salidas de la Ruta pero es la marcada en negro la que es camino principal. Esta salidas es la que nos advertía Eduardo de Viajeros que presentaba algunas dificultades en su intersección con la Ruta "fuera del Salar" para los autos. De haber tomado la misma seguramente hubiéramos tenido que sortear alguna dificultad, o no, vaya uno saber!!!, pero si hubiera estado seguro que probablemente hubiéramos visto Mina Incahuasi ya que saldríamos a la Ruta 43 "fuera del Salar" unos kilómetros antes de llegar de modo tal que hubiera sido imposible no divisarla.


Sin embargo y contrariando a nuestra guía seguimos camino por el amplio y ancho camino asentado en sal hasta la zona de carteles que indicaban la salida hacia el Paraje La Aguadita, lugar que conocía a la perfección de mi estadía en enero de 2006 junto a Roslie.


En este tramo podemos observar la salida que emprendimos por el Paraje La Aguadita. En el mapa puede apreciarse que hay un punto que indican los carteles que son los que más abajo pueden apreciarse.




Por otra parte ya había detallado que a este cartel de color azul lo habíamos ignorado por completo, tomando el camino que conduce a La Aguadita.
Abajo se puede ver en detalle la zona de la Escuela Nº 167 - Salar del Hombre Muerto.


A nuestra salida había comentado que quisimos ir a Mina Incahuasi tomando la Ruta Provincial 43 en sentido norte cerca de un kilómetro. Allí habíamos visto un desvío. Ese desvío, marcado en rojo, nos hubiera efectivamente acercado a Mina Incahuasi. También lo hubiéramos logrado si seguíamos camino por la línea marcada en anaranjado. Nada de eso hicimos ya que al ver sensiblemente distinto el terreno respecto de cuando yo lo conocí es no quise arriesgar, volviendo sobre nuestros pasos. Sin dudas una muy mala decisión.
Además de acuerdo a la guía había marcado dos variantes (norte y sur) de acceso a la Mina Incahuasi. Todavía no entiendo porque dudé en ese momento.



El camino a partir de allí y el estado en que se encontraba el mismo hacían que no se dudase en ningún momento sobre cual era la ruta principal y cual o cuales eran secundarias.  Habián pasado muy recientemente la máquina vial y eso ayudaba al reconocimiento de la misma. Aquí un ejemplo de este tipo de bifurcaciones en donde uno se puede dar cuenta claramente.



Uno de los factores que más coayudó a que dudáramos menos sobre el camino a escoger fue la noche y la escasa visibilidad que teníamos de las huellas secundarias y bifurcaciones que las pasábamos de largo al no poderlas divisar claramente y si notar bien la ruta que se encontraba, recalco, muy bien demarcada.
Así fue todo el camino. Antes antes de llegar a Paicuqui  teníamos una bifurcación importante  la cual sorteamos tomando el camino correcto ayudados por la guía.


En efecto en rosado se marca nuestro trayecto, mientras que en azul se ve la bifurcación más importante que había y la única que observamos durante la noche que nos llevó a consultar la guía.
El resto del camino no presenta demasiados inconvenientes hasta antes de llegar a Antofagasta de la Sierra. Cuando llegamos al cartel que se puede apreciar en la foto, había una última bifurcación que se une a los pocos metros la cual no dudamos tampoco en tomar.


sábado, 27 de marzo de 2010

Por Chugo y Deborah: El cambio de plan (2º Parte).


A las 18:12 horas estábamos llegando al límite de Catamarca con Salta. Abandonaríamos definitivamente las tierras Salteñas para iniciar a partir de aquí la última parte de la Transpuna.



Nuestro plan inicial de viaje tenía previsto tomar la Ruta Provincial 43 por la variante "fuera del salar", pero he aquí que al llegar al lugar dudamos seriamente de tomar esa ruta. 


Esta duda fue despejada cuando minutos después, estando en el lugar en que se bifurcan los caminos, nos encontramos con un camión enorme que llevaba tubos de gas desde la Minera del Altiplano (Sucursal Salar del Hombre Muerto) a la homónima de Salar de Pocitos.
Allí paramos a nuestro querido conductor que venía de frente para preguntarle que nos convenía.
Juan toca bocina, hace luces y baja la ventanilla, pregunta por el estado del camino por dentro del salar casi gritando ya que el ruido del camión era terrible y alcanzamos a escuchar que nos dice que "el camino está muy bueno, que por allí se va bien y que siga todo derecho hasta el cartel".


Así fue como nos mandamos por el medio del Salar del Hombre Muerto. Nos separaban 103 Km. de Antofagasta de la Sierra y 13, no 3, de la Minera del Altiplano. 




El camino era un compactado de sal, perfectamente asentado, ancho y en excelente estado de conservación. Suponemos que en verano, cuando es época de lluvias, este lugar se transformará en un camino intransitable así que transitar por esta variante de la ruta en verano en principio no es una recomendación válida, o al menos debería preguntarse el estado del camino antes de mandarse.


Juan se sintió muy a gusto con el camino y cada tanto expresaba su satisfacción diciendo "esto es una autopista". Tan autopista era que llegamos a desarrollar en dicho camino velocidades cercanas  a 120 Km./h.
Así fue que llegamos a la zona de carteles a las 18:44 horas, luego de atravesar exitosamente el Salar del Hombre Muerto.





Al llegar a la zona de carteles hay un primer cartel que indica la distancia desde allí a Antofagasta de la Sierra (90 Km.) y del Paraje La Aguadita (12 Km). Este es el camino a tomar. Seguido al mismo hay otros dos carteles uno que es amarillo y que indica hacia donde se debe tomar para ir a Antofagasta de la Sierra, Minera FMC (Minera del Altiplano), y Mina Maktub y por último otro azul que plantea dos opciones de camino para continuar viaje:
A) Ingresar al predio de Minera del Altiplano S.A. anunciándose por el portero.
B) Continuar por el camino que se encuentra a la izquierda de este punto y que es transitable hasta el Río de los  Patos.
Nada planteaba sobre la tercer alternativa que era ir por el camino que lleva al Paraje La Aguadita. Ahí le comenté a Juan que esto se veía bastante cambiado y por suerte con carteles que antes ni existían.
Nosotros tomamos la variante C) - que no existía en el cartel azul - que es ir por el Paraje La Aguadita, lugar que conocía perfectamente.
Apenas se toma el camino hay una subida más o menos pronunciada que hay que tomar con cuidado, luego el camino es realmente suave y en buen estado, claro que ya no es tan bueno como el que habíamos abandonado hace unos instantes.


El tiempo comienza a mejorar y se pueden observar algunas montañas que son reflejadas por un débil sol que asomaba entre las espesas nubes.
Seguimos camino transitando por el Salar del Hombre Muerto hasta el Paraje La Aguadita, lugar que visité con Roslie en enero de 2006 y en donde se encuentra la Escuela Nº 167 - Salar del Hombre Muerto -. En esta parte del camino nos dedicamos a ir mucho más despacio y disfrutar del paisaje.







Transitando con mucho cuidado y disfrutando de estos paisajes es que llegamos finalmente al Paraje La Aguadita donde está ubicada la Escuela Nº 167 - Salar del Hombre Muerto -. Desgraciadamente la escuela cerró debido a que los niños que allí estaban habían cumplido su ciclo y no había otros que justificasen mantener abierta a la misma.
Eran las 19:03 cuando alcanzamos este paraje. Allí estaban los cuidadores de la escuela que salieron a ver quienes pasaban y a quienes saludamos a lo lejos.



Allí estaba solitaria con una hermosa vista del Salar del Hombre Muerto las abandonadas instalaciones de la escuelita y sus cuidadores.
Una vez que subimos hacia la ruta teníamos la posibilidad de ir hacia Mina Incahuasi - a la derecha - o ir a Antofagasta de la Sierra directamente - a la izquierda -. Tomamos hacia nuestra derecha para ir a Mina Incahuasi.
En honor a la verdad hicimos cerca de un kilómetro en dirección norte y en el camino nos encontramos con un desvío que nos conducía nuevamente hacia el Salar del Hombre Muerto, pero dada la falta de reconocimiento del terreno, al que encontraba sensiblemente distinto respecto de mi visita con Roslie en el 2006, es que no quise arriesgarme a tomarlo y así fue que decidimos así volver sobre nuestros pasos. Además la decisión sobre volver y retomar nuestro rumbo a Antofagasta de la Sierra se fundaba en la necesidad de contar con luz suficiente por lo menos hasta el Callejón de Falda Ciénaga.
Al volver sobre nuestros pasos, Juan enseguida se dio cuenta que el camino que estábamos transitando era la Ruta Provincial 43 en su versión "fuera del Salar" y que ese camino que habíamos visto era el acceso a Mina Incahuasi. Creo que íntimamente me quería matar por no haber conocido este lugar debido a la duda que me invadió en ese momento.
El sol salió esta vez con un poco más de fuerza pese a que la hora ya indicaba que pronto desaparecería del horizonte para dar lugar  a la noche. Mientras tanto junto con el paisaje nos brindó unas vistas espectaculares que si hubiéramos ido a Mina Incahuasi seguramente las habríamos de haber perdido.




Ibamos en dirección hacia las montañas, pronto ascenderíamos y veríamos mejores paisajes aún de los que habíamos visto hasta el momento.




Luego de esto seguiríamos camino en un largo ascenso por las montañas hasta alcanzar la cota de los 4500 metros de altitud.



Mientras ascendíamos más y más nos cautivaban los paisajes con los que nos topábamos y el juego que el sol  hacía a su antojo con ellos.


Así fue que mientras el sol caía pudimos divisar la Laguna de Caro.



La furia del sol ilumina con sus últimos rayos las montañas tiñéndolas de un color dorado verdaderamente asombroso. Allí estuvimos detenidos por unos instantes. Juan realmente estaba asombrado con los paisajes que estaba viendo, yo también.


Nuestro camino prosigue y a veces las subidas parecen a lo lejos imposibles de sortear. Sin embargo, esto es una ilusión óptica propia de la Puna en la que las distancias engañan. Esta subida que parecía imposible no lo fue tanto cuando nos encontramos ante ella.




Mientras tanto pasaba que a veces transitábamos en penumbras y otras veces con algo más de luz, dependiendo lógicamente de que el sol estuviera o no oculto por las montañas.


Pese a que hay varias bifurcaciones en el camino no es difícil poder reconocer cual es el camino principal respecto de los caminos secundarios. Sólo un único tramo muy pequeño que se junta a los pocos metros de andar por la misma nos dió lugar a dudas. Ambos se encontraban en un muy mal estado con mucha arena y en el que había que andar con sumo cuidado para no quedarse atascado.



Estas son las últimas imágenes de un lugar que poco a poco comienza a dar paso a una cerrada noche en la que sólo nos iluminarían las estrellas.
Así fue que llegamos al Callejón de Falda Ciénaga a las 20:15 horas. Era noche cerrada y había nieve a nuestros costados.


Estábamos ya si en lo más alto de la Ruta Provincial 43. A partir de este momento todo el camino es en bajada hasta Antofagasta de la Sierra.
Transitábamos ya en una noche perfectamente estrellada en la soledad de la Puna.


Luego de este momento en que íbamos por el medio de la ruta, decidimos apagar las luces del auto durante unos segundos. La oscuridad era absoluta, la soledad era inconmensurable.
Así fue como a las 21:18 llegamos a Antofagasta de la Sierra, lugar que veníamos viendo sus luces desde media hora antes.


Minutos después llegamos a la Casa de Pascuala. Comienza aquí la historia en Antofagasta de la Sierra, la Casa del Sol.